Wednesday, October 10, 2018

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Asveide Valle / Caricaturista Periodismo, humor y arte de una inmigrante en Santa Ana, California (1988-1992) Fue en Santa Ana, ciudad del sur de California de los Estados Unidos, que entre 1988 y 1992, se dio un fenómeno muy afortunado para el ejercicio del periodismo independiente, particularmente en sus manifestaciones del periodismo gráfico, con sus variantes de la caricatura, la tira cómica y la ilustración. De la trayectoria de una las protagonistas de este acontecimiento (mismo que probablemente no ha ocurrido ni antes ni después) es precisamente de lo que abundaremos en este libro. En Santa Ana, importante ciudad el Condado de Orange, donde abunda una población inmigrante mayoritariamente hispana, durante el citado periodo (de finales de los ochentas y principios de los noventas), la caricatura política y el periodismo independiente, ganaron un espacio propio en los medios hispanos de la prensa escrita local. Nos referimos concretamente a las aportaciones publicadas en el periódico Miniondas, el semanario Unión Hispana, y en la revista Expression. Asveide Valle Sandiyero, por ese entonces joven veinteañera originaria de Cuautla, Morelos, colaboró en todos esos medios con caricaturas, ilustraciones y reportajes, poniendo siempre por delante una entrega profesional más que su condición de género. Miniondas y Azteca News, por ese entonces eran los principales periódicos hispanos de Santa Ana, California, Asveide colaboró en el primero con un mini cómic en el que el personaje principal era un changuito (un monito) que daba las noticias en un medio televisivo imaginario. Moniondas se llamaba su espacio, y el personaje era un comentarista inmigrante, consciente de que una mujer inmigrante también, era quien le suministraba la información. En Miniondas, Asveide también tuvo la oportunidad de hacer caricatura política en su modalidad de cartón editorial. A finales de 1988 también en Santa Ana, nace Unión Hispana, un semanario al servicio de la comunidad inmigrante que lucha por el reconocimiento de sus derechos laborales y políticos. De igual forma en 1991 se funda la revista Expression, en estas citadas publicaciones Asveide Valle desarrolla su faceta periodista de reportera, sin dejar de hacer caricaturas e ilustraciones. En Expression es además codirectora de la revista fundada por ella misma y sus compañeros Eduardo Soto (servidor) y la fotógrafa tapatía Graciela Robles. De cómo se miraba el mundo desde Santa Ana, California, a través de la lente del periodismo independiente practicado por Asveide Valle y sus colegas en el citado periodo, se puede hacer un gran libro pero ese no el objeto de esta aportación. Nos vamos a concentrar principalmente en su caricatura política y un poco más en su faceta de ilustradora y dibujo artístico. ¿Por qué no hay mujeres caricaturistas? Es la pregunta recurrente que se hace una sociedad patriarcal y machista, descargando dardos interrogantes hacia las mujeres. Previo a la formulación de este cuestionamiento, jamás nos preguntaremos, por qué el hombre no cría hijos, lava trastes, lava y tiende ropa, hace el quehacer doméstico, prepara los alimentos, etcétera, etcétera, además de estudiar y trabajar… Gran debate habrá de abrirse, pero igualmente no es el interés principal que abordaremos desde aquí, mejor cambiamos la pregunta por otra que está a medio responder... ¿Por qué ha habido (y hay) mujeres caricaturistas? Habrá también un cúmulo de razones que condujeron a la existencia de mujeres caricaturistas mexicanas, tan pocas (me refiero a las caricaturistas no a las razones) -que se pueden contar con los dedos de la mano- pero no por ello dejan de ser importantes. Entre ellas cito a Palmira Garza caricaturista de los sesentas, formada en el estudio de Gabriel Vargas, colaboradora de Eduardo del Río “Rius”, e ilustradora de los libros de texto gratuitos elaborados por la SEP. En los setentas, Alicia, caricaturista en la revista La Garrapata en su tercera época y Jotave (Jazmín Velasco) colaboradora del periódico emergente Unomasuno. En los noventas Cecilia Pego y Cintia Bolio (esta última de gran presencia en la actualidad) colaboradoras de La Jornada (Cintia también es caricaturista de la revista El Chamuco). También citamos a Guadalupe Rosas y a María Balcázar colaboradoras de La Piztola, y otras publicaciones de la Sociedad Mexicanas de Caricaturistas. Existe un estudio inicial de algunas de estas destacadas creadoras gráficas mexicanas escrito por Agustín González, sin embargo la gran obra de la aportación de las caricaturistas mexicanas está por escribirse. Pero retomemos el hilo que nos ha convocado… Asveide Valle caricaturista. Asveide Valle Sandiyero nació el 10 de octubre de 1968 en la heroica Cuautla, Morelos. Estudió la primaria en la escuela Hermenegildo Galeana, y la secundaria en la prestigiada Antonio Caso. Su bachillerato lo cursó en la preparatoria Emiliano Zapata de la misma ciudad. Hizo examen para ingresar en la UNAM, logrando inscribirse en la carrera de periodismo. Tuvo que suspender sus estudios en ciudad universitaria, pues en 1988 ingresó indocumentada a los Estados Unidos buscando oportunidades favorables de trabajo que le permitieran continuar con su formación profesional. Asveide radicó en Santa Ana y trabajó en algunas fábricas del condado de Orange. Al saber de la fundación del nuevo semanario Unión Hispana, publicado por la organización de apoyo a los inmigrantes, la Hermandad Mexicana Nacional, acudió a sus oficinas de la calle Broadway para ofrecer sus servicios como reportera. En Unión Hispana, le publicaron sus primeros reportajes, y ahí mismo participó en un curso taller de periodismo (la intención era preparar periodistas -fotógrafos y escritores- que eventualmente podrían ingresar a la planta de colaboradores de Unión Hispana). Quien esto escribe, trabajaba ya como caricaturista en Unión Hispana y antes lo había hecho en el periódico Miniondas, como quien dice en Miniondas estaba vacante el puesto. Asveide me comentó que tenía interés en presentar un proyecto de caricatura en Miniondas y me pidió algunas orientaciones y sugerencias. Por cierto, en el curso taller mencionado yo había dado una plática sobre mi labor como caricaturista en diferentes medios. A Asveide le sugerí que creara un personaje que tuviera una relación con el medio con el cual pretendía colaborar. En mi caso yo hacía un cómic donde el personaje era Herminio, la relación Hermino–Hermandad (Mexicana Nacional) era pues más que evidente. Y eso fue todo. Asveide creó su personaje, un monito que daba noticias, y el espacio lo bautizó como Moniondas. Al director de Miniondas por supuesto le encantó y de inmediato le publicaron sus caricaturas. Asveide para este personaje optó por desarrollarlo en el sub género de la mini historieta. Su cómic lo dividía en tres partes, en una exponía el tema lo más objetivamente posible utilizando una economía en el texto, donde no obstante su cortedad, exponía con claridad el tema a tratar. En la segunda parte exponía la parte crítica, de la situación expuesta y en la tercera remataba con un mensaje donde invariantemente daba cuenta de su humor inteligente, dejando siempre un interés en sus futuras colaboraciones Este método desarrollado por Asveide, es muy completo, pues deja constancia gráfica literaria de un momento en la historia de una comunidad, una ciudad o una nación. No es estrictamente necesario acudir a más fuentes para entender el mensaje y la crítica en su obra. Cosa que difícilmente ocurre en el cartón político de un panel, pues generalmente en el momento en que se realiza, hay una atmósferas de información de la que el cartón político es tan solo una parte importante de la misma. Asveide Valle en Moniondas trabaja con absoluta libertad, algo muy difícil de conseguir en cualquier tiempo. Así Asveide, que firma con su apellido paterno, Valle donde la “V” tiene un trazo simulando el perfil de un delfín, nos lleva por un viaje donde el lector mira con humor, critica y objetividad, situaciones tan variadas como la vida cotidiana del inmigrante, con sus problemas en la atención educativa, la explotación laboral, o los amagos de la temible “migra”. La política interna no escapa a su pluma y plumilla, las huelgas, las protestas contra la guerra, y hasta temas controvertidos como el aborto son abordados con inteligencia y profesionalismo. Los conflictos internacionales también son tratados por el monito, las políticas intervencionistas en Centroamérica y Medio Oriente son temas cotidianos en Moniondas. También la sucia guerra de la Contra en Nicaragua, la lucha contra la dictadura en Argentina y Chile, y la guerra contra el narcotráfico en Colombia. Asveide crea caricaturas que trascienden al momento en que se elaboraron, como es el caso de la tragedia que viven los periodistas que luchan por un trabajo en plena libertad, entre las amenazas cobardes de los grupos de poder, políticos, económicos, y del oscuro narcotráfico. Igual denuncia la joven caricaturista, la vida pública contemporánea mexicana, la cínica política practicada por Carlos Salinas, plagada de privatizaciones y de socavamiento de la democracia interviniendo de manera ilegal en los procesos electorales. De todo esto se desprenden “tips”, para aspirantes a caricaturistas. Uno dominar el dibujo de caricatura, y dos tener conocimientos básicos de periodismo. Si a esto se es capaz de incluirle una dosis de humor y capacidad de síntesis se estará yendo por el camino deseado. Asveide desde temprana edad mostró vocación por la pintura y el dibujo, el paisaje y la pintura surrealista de Dalí, están presente en sus óperas primas. Todo esto y sus estudios iniciales de periodismo, le proporcionaron las herramientas para, incursionar con éxito en la caricatura política (importante fueron sus lecturas del maestro Rius por supuesto). Es en Miniondas donde Asveide Valle también tiene la oportunidad de publicar cartón editorial. Esta prolífica labor artístico-periodística en Miniondas se suspende cuando Asveide Valle es contratada por el semanario Unión Hispana para trabajar como reportera. Fue una verdadera lástima que se truncara su desarrollo como caricaturista. Por otra parte era un hecho que la mezquindad del dueño de Miniondas no iba a permitir que Asveide colaborara con otro medio. Se exigía exclusividad pero sin embargo no se pagaba lo suficiente por las colaboraciones. Así me había pasado a mí, por un tiempo hice caricaturas al mismo tiempo en Miniondas y en Unión Hispana, pero de inmediato el director de Miniondas me puso en la disyuntiva, “la caricatura siempre es bienvenida en este periódico, pero o trabajas aquí o allá…” Claro que optamos por la mejor opción... Unión Hispana. En la Hermandad Mexicana Nacional Asveide Valle tuvo una intensa labor como periodista, no obstante se daba tiempo para hacer ilustraciones para la misma Unión Hispana. En 1991 con la fundación de Expression, su propia revista, mostró su capacidad para la pintura, el dibujo artístico y también claro la caricatura política. Expression nace ante la necesidad de crear un medio de expresión que dé voz a las diferentes comunidades inmigrantes del condado de Orange. Los fundadores fuimos tres ex trabajadores de Unión Hispana. Asveide Valle reportera e ilustradora, Graciela Robles, fotógrafa y escritora, y Eduardo Soto (o sea yo mero) como caricaturista y diseñador de la misma. Aquí reproducimos algunas de las bellas portadas de la revista Expression, publicación que tuvo gran arraigo en la comunidad inmigrante, y que lamentablemente tuvo que suspender su aparición ante el recrudecimiento de la crisis política y económica que sufrió Estados Unidos, tras iniciar la guerra de agresión al país árabe Irak, remember desert storm (el bombardeo criminal e indiscriminado sobre la nación petrolera. De sus últimas publicaciones como caricaturista en la entrañable Santa Ana, destacan su ilustraciones a las populares calaveras, con versos escritos por don Andrés Valle Paredes quien siempre la animó a alcanzar sus sueños profesionales. Asveide Valle retorno a México a finales de 1992, dejando huella imborrable de su paso por el sur de California. Hizo nuevamente examen para ingresan a su querida UNAM, logró pasarlo y cursó desde el inicio nuevamente la carrera de Comunicación Social. Su tesis especializada en comunicación intermunicipal recibió mención honorífica. La despedida. Escribo estas notas por dos razones: Uno. Para dejar testimonio de la aportación a la caricatura mexicana de una mujer inmigrante en los Estados Unidos. Y dos, para animar a otras mujeres a decidirse a formarse como caricaturistas, mucha falta que nos hacen en este México que pretende un nuevo renacimiento. Eduardo Soto Anenecuilco, Ayala, Morelos a 10 de octubre de 2018. A medio siglo del movimiento estudiantil popular mexicano por las libertades democráticas. 1968-2018

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