Una gran desgracia de resonancia internacional ocurrió hace poco tiempo.
Falleció una niña de Guatemala que cruzó la frontera con su madre indocumentada, estaba retenida en un centro de concentración norteamericano. La menor de apenas siete años no había bebido ni comido nada en al menos tres días…
¿Cómo estará el mundo… que permite que alguien (como Trump) busque el voto propiciando la muerte de inmigrantes, negándoles asilo y deteniéndolos en condiciones inhumanas de hacinamiento.
Nos trae a la mente los versos de José Martí, “La niña de Guatemala” pero en este caso la niña no murió de amor…
También recordamos la sentencia de revolucionario cubano que recalcaba: “Viví en el monstruo y le conozco las entrañas…” Mucho de esto podrán decir los hermanos inmigrantes que han sufrido desgracias en Estados Unidos.
soto caricaturista
revista el metiche
mucahi bassoco
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